3-¿nuestros representantes, nos representan?

No habría nada de malo que los partidos diseñen las leyes si eso se hiciera de acuerdo a la voluntad ciudadana de sus representados. Pero resulta que en Argentina, los partidos mayoritarios han tomado vuelo propio y muchos los han calificado como una “corporación” que pactan entre sus cúpulas y se defienden mutuamente en asuntos de privilegios e intereses. Hay muchos signos que avalan esta postura bastante generalizada, entre ellos el cacerolazo, el “que se vayan todos”, el voto en blanco, el abstencionismo, las protestas de todo el mundo, el voto permanente por el “menos malo”. Por eso mi propuesta permanente es de dar cabida institucional a la opinión ciudadana y mediante esta LIMPIAR de interesados y vividores a todos los partidos. Ojo, hay algunos signos de mejora en Argentina.
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Eso facilita el estado de “colaboración” entre justicia y política. Esa es la razón porqué la legislación da tanta libertad de interpretación a los jueces. Por ese motivo la reforma política debe comenzar por conseguir un sistema de representación adecuado. El tema es complejo porque no hay presión de la ciudadanía pues no se comprende el origen de la problemática. Y difícilmente los políticos se resten poder a sí mismos. Con el gobierno actual hay ciertos signos de cambio pero es muy difícil mover a toda una estructura que se ha ido fortaleciendo durante años. Por eso mis propuestas cierran, pues abarcan no solo la modificación de la representación sino las consultas populares. El sistema propuesto haría bien a TODO el país, inclusive a los políticos. Horacio Aldo Cingolani